El pueblo del anticristo, por San Agustín de Hipona.

Prólogo

Traigo dos citas de San Agustín y tras ellas unas citas de Nª Sra de La Salette y de las Sagradas Escrituras. La primera de San Agustín es de su libro Ciudad de Dios. La segunda es una copia textual de la página 8 del trabajo realizado por sacerdotes católicos en la década de 1980 y titulado «Misterio de Iniquidad. Investigación teológica, histórica y canónica» (artículo) y (libro en pdf), donde recojen varios comentarios y disquisiciones de san Pablo y de San Agustín sobre el pueblo del anticristo en los Últimos Tiempos. San Agustín nos explica que la palabra antricristo tiene dos lecturas: como un hombre individual y como «la multitud de las personas que hacen cuerpo con él«. Quisiera terminar este prólogo añadiendo que el pueblo del anticristo no sólo lo podemos encontrar infiltrado en la iglesia conciliar, la surgida del Concilio Vaticano II (1962-1965), sino que está en todas partes.

Los comentarios en gris y entre paréntesis no son de las citas, soy yo.

Las dos ciudades de San Agustín

“Dos amores fundaron dos ciudades; es, a saber: la terrena el amor propio hasta llegar a menospreciar a Dios, y la celestial el amor de Dios hasta llegar al desprecio de sí propio. La primera puso su gloria en sí misma, y la segunda, en el Señor; porque la una busca el honor y la gloria de los hombres, y la otra estima por suma gloria a Dios, testigo de su conciencia; aquella, estribando en su vanagloria, ensalza su cabeza; y ésta (la ciudad celestial) dice a su Dios: “vos sois mi gloria y el que ensalza mi cabeza (Salmo 3, 4).” (…).”

-San Agustín de Hipona. Ciudad de Dios, libro 14º, capítulo XXVIII.

El pueblo del anticristo

“El misterio de la iniquidad”, escribe el apóstol San Pablo, “ya está obrando ciertamente, sólo hay el que ahora detiene (Jesucristo, el culto cristiano) hasta que aparezca (el anticristo) de en medio (de la Iglesia).” (2. Tesalonicenses II. 7). Cuando la fe haya desparecido casi totalmente, cuando la apostasía general haya arribado, entonces se manifestará el Anticristo. Según San Pablo, el Anticristo “se sentará en el Templo de Dios” (2. Tesalonicenses II. 4). Comentando este pasaje paulino, San Agustín enseña que el Anticristo será un hombre individual, pero que se puede igualmente aplicar el mote “Anticristo”, en sentido figurado, a una sociedad anticristiana entera. Este Anticristo colectivo, que debe preparar la vía al Anticristo individual, se sentará “in templo Dei”. En latín, remarca San Agustín, la preposición “in” puede traducirse por “dentro” o por “en lugar de”. La expresión “in templo Dei” es susceptible de ser interpretada de una manera literal o de una manera figurada:

  • En sentido literal, será un hombre que entrará en el templo para hacerse adorar como un ser divino.
  • En sentido figurado, será una sociedad apóstata, una falsa Iglesia que usurpará el lugar de la verdadera Iglesia. Será una sociedad de apóstatas erigida en “Templo de Dios”, una pandilla de infiltrados que pretenderán representar la Iglesia de Cristo. “Este pasaje que hace referencia al Anticristo, se entiende no solamente del príncipe de los impíos, sino de alguna manera de todo lo que hace cuerpo con él, es decir dela multitud de los hombres que le pertenecen.” Es necesario interpretar “no en el Templo de Dios sino mejor en Templo de Dios, que no es otra cosa que la Iglesia.” (San Agustín: Ciudad de Dios, libro XX, c. 19). Luego, el Anticristo será (¡o ya es!) una secta herética que pretende representar la Iglesia católica.

San Agustín informa cómo se va a desarrollar el triunfo en el gran día del misterio de iniquidad.

«Otros piensan que las palabras “ahora sabéis qué es lo que le detiene” (2. Tesalonicenses II. 6) y “el misterio de iniquidad ya está obrando” (2. Tesalonicenses II. 7) se refieren únicamente a los malvados y a los simuladores que están en la Iglesia. Hasta el momento en que, multiplicándose, alcanzarán un número suficiente para formar el gran pueblo del Anticristo. Es el misterio de iniquidad, porque se oculta. Las palabras del Apóstol serían luego una exhortación a los fieles a permanecer firmes en la fe… “hasta que esto se manifieste saliendo de en medio”, es decir, hasta que el misterio de iniquidad que está momentáneamente oculto surja del medio de la Iglesia.”

– Ciudad de Dios, libro XX, c. 19.

Otra interpretación de 2. Tesalonicenses merece ser mencionada aquí, aún si proviene de un exegeta muy poco conocido. Este exegeta es un monje francés que vivió de 1092 a 1156. Pedro el Venerable. Es un santo canonizado (fiesta el 25 de diciembre), en otro tiempo célebre por su erudición, pero hoy caído en el olvido. Y es una lástima, pues este autor parece haber tenido luces especiales para exponer la Santa Escritura. He aquí, en efecto, su comentario a la Epístola a los Tesalonicenses, comentario que ilumina singularmente nuestra época:

“Cristo ha permitido esto: que el Anticristo, cabeza de todos los cismáticos, sederá en el templo de Dios, que los suyos (los cristianos) serán exiliados, y que quiénes no son los suyos ocuparán un día la Sede de Pedro.»

– Sanctus Petrus Venerabilis: De miraculis libri duo, libro II, c. 16.

«Misterio de Iniquidad. Investigación teológica, histórica y canónica».
Pág.8 (artículo) y (libro en pdf).


Añado esta cita de Nª Sra de La Salette sobre el pueblo del anticristo, hoy conformado dentro de la poderosa e internacional masonería.

«Un precursor del anticristo (Bergoglio), con sus tropas de muchas naciones, combatirá contra el verdadero Cristo, el único salvador del mundo; derramará mucha sangre y pretenderá aniquilar el culto a Dios para ser tenido como un Dios.» Nª Sra de La Salette (1846).

La ONU prepara la «prohibición» del cristianismo

Dejo estos artículos de la prensa. Tenemos frente a nosotros un exterminio.

 

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En fin… Cuídense mucho y cuiden de los suyos.

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