«… seréis como ángeles del cielo.» – Marcos 12, 25.

Introducción

La naturaleza del hombre es análoga a la de los Ángeles, y la hacemos plena una vez llegados al Cielo. Los Ángeles fueron creados con toda su potencia cognoscitiva desde el instante de su creación. Nosotros, en cambio, hacemos el camino opuesto. Ellos desde el primer instante contenían toda su potencia intelectual y nosotros empezamos como una tabla rasa, porque un bebé, ¿cómo empieza?

Ángeles y hombres somos los dos extremos del ser, si se me permite decirlo así. Caminos diferentes pero ambos llegamos al mismo término en materia de potencia intelectual o cognoscitiva. La diferencia al final con respecto a los Ángeles está en que conservaremos el cuerpo físico tras la resurrección de los muertos en el Último Día. Será un cuerpo físico en un estado diferente al actual. Divinizado por decirlo así y no por nosotros sino por Dios. Él y su obra que somos nosotros.

Todo esto se perderá para los que a ello renuncien junto al ángel caído. De hecho, es esto y justo esto lo que Satanás (el que antes de su caída se llamaba Lucifer) y su ejército buscan y persiguen devastar: nosotros, la obra de Dios.

A continuación expongo una serie de citas donde hablan por sí mismas. Apenas hace falta comentarlas.


De la SUMA de Teología de Sto. Tomás de Aquino. (1er Tomo. Cuestión 108, artículo 8).

Los hombres, ¿pertenecerán o no pertenecerán a los órdenes angélicos? (C.108 a.8)

Los órdenes angélicos se distinguen entre ellos según la condición de la naturaleza como según los dones de la gracia. Así, pues, si se consideran estos órdenes sólo en cuanto a los grados de naturaleza, es evidente que los hombres no pueden de ningún modo pasar a los órdenes de los ángeles, porque permanecerá siempre la distinción de naturaleza.

Algunos, deteniéndose en esta distinción, afirmaron que de ningún modo pueden los hombres elevarse hasta ser igualados con los ángeles. Lo cual es erróneo, porque contradice la promesa de Cristo, quien dice (Lucas 20,36) que los hijos de la resurrección serán iguales a los ángeles en el cielo. Pues lo que proviene de parte de la naturaleza, en el orden va referido a lo material; lo que es perfectivo en grado supremo es aquello que procede de la gracia, lo cual depende de la liberalidad de Dios y no de la naturaleza.

Por lo tanto, los hombres pueden merecer, mediante los dones de la gracia, tanta gloria que lleguen a igualarse con los ángeles en cualquiera de los grados angélicos; y en esto consiste el que los hombres sean elevados a los órdenes de los ángeles.

Otros dicen que no todos los hombres que se salvan son elevados a los órdenes angélicos, sino únicamente los que son vírgenes o los perfectos, constituyendo los demás hombres su propio orden, como en contraposición a la sociedad total de los ángeles. Pero esto va contra San Agustín, quien, en XII De Ciudad de Dios, dice que no habrá dos sociedades de hombres y de ángeles, sino una sola, porque la bienaventuranza de todos consiste en estar unidos a un solo Dios.»

Seréis como ángeles en el cielo

Los mismos versículos contratados desde dos Biblias diferentes.

Mateo 22, 30

30 Pues en la resurrección, ni se casan (los hombres), ni se dan (las mujeres) en matrimonio, sino que son como ángeles de Dios en el cielo.” – Mateo 22, 30. (Biblia Platense de Mons. Straubinger).

«30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como ángeles en el cielo.» – Mateo 22, 30. (Biblia Nácar-Colunga. Ed.1944).

Marcos 12, 25.

25 Porque, cuando resuciten de entre los muertos, no se casarán (los hombres), ni se darán en matrimonio (las mujeres), sino que serán como ángeles en el cielo. “ – Marcos 12, 25. (Biblia Platense de Mons. Straubinger).

«25 Porque, cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como ángeles de Dios en los cielos.» – Marcos 12, 25. (Biblia Nácar-Colunga. Ed.1944).

En el Cielo seremos semejantes a los Ángeles

(SUMA de Sto Tomás. TOMO I, pág.625/626) (Enlace).

“De modo más apropiado puede tomarse la razón de todo esto a partir dela misma condición de gloria. Pues en el premio futuro se espera una doble gloria: la espiritual y la corporal, y no sólo para los cuerpos humanos que serán glorificados, sino para la misma renovación de todo el mundo. La gloria espiritual empezó desde el mismo principio del mundo con la bienaventuranza de los ángeles, cuya igualdad ha sido prometida a los santos (Lucas 20, 36).“ – Cuestión 66, Artículo 3 (SUMA de Sto Tomás. TOMO I, pág.625/626).

Los hombres, ¿pertenecerán o no pertenecerán a los órdenes angélicos?

SUMA de Sto Tomás.  Cuestión 108. ARTÍCULO 8 (Pág.927/928)

«Solución. Hay que decir: Como dijimos (a.4.7), los órdenes angélicos se distinguen tanto según la condición de la naturaleza como según los dones de la gracia. Así, pues, si se consideran estos órdenes sólo en cuanto a los grados de naturaleza, es evidente que los hombres no pueden de ningún modo pasar a los órdenes de los ángeles, porque permanecerá siempre la distinción de naturalezas. Algunos, deteniéndose en esta distinción, afirmaron que de ningún modo pueden los hombres elevarse hasta ser igualados con los ángeles. Lo cual es erróneo, porque contradice la promesa de Cristo, quien dice (Lucas 20, 36) que los hijos de la resurrección serán iguales a los ángeles en el cielo. Pues lo que proviene de parte de la naturaleza, en el orden va referido a lo material; lo que es perfectivo en grado supremo es aquello que procede de la gracia, lo cual depende de la liberalidad de Dios y no de la naturaleza. Por lo tanto, los hombres pueden merecer, mediante los dones de la gracia, tanta gloria que lleguen a igualarse con los ángeles en cualquiera de los grados angélicos; y en esto consiste el que los hombres sean elevados a los órdenes de los ángeles.

Otros dicen que no todos los hombres que se salvan son elevados a los órdenes angélicos, sino únicamente los que son vírgenes o los perfectos, constituyendo los demás hombres su propio orden, como en contraposición a la sociedad total de los ángeles. Pero esto va contra Agustín, quien, en XII De Civ.Dei 51, dice que no habrá dos sociedades de hombres y de ángeles, sino una sola, porque la bienaventuranza de todos consiste en estar unidos a un solo Dios.» – SUMA de Teología de Sto. Tomás de Aquino. Cuestión 108. Artículo 8. TOMO I, (Pág.927/928 del PDF).


La resurrección de los muertos (Lucas 20)

Biblia Nácar-Colunga. Ed.1944.

Ángel Custodio“Se le acercaron algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron, 28 diciendo: Maestro, Moisés nos ha prescrito que si el hermano de uno viniere a morir dejando mujer y sin hijos, su hermano tome la mujer para dar descendencia a su hermano. 29 Pues había siete hermanos, y el primero tomó mujer y se murió sin dejar hijos. 30 También el segundo. 31 Y el tercero tomó l amujer, e igualmente los siete no dejaron hijos, y se murieron. 32 Por fin murió también la mujer. 33 En la resurrección ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer . 34 Díjoles Jesús: Los hijos de este siglo toman mujeres y maridos. 35 Pero los juzgados dignos de tener parte en aquel siglo y en la resurrección de los muertos, ni tomarán mujeres ni maridos, 36 porque ya no pueden morir, y son semejantes a los ángeles e hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. 37 Pues que han de resucitar los muertos, el mismo Moisés lo da a entender en el pasaje de la zarza, cuando dice: El Señor, Dios de Abraham, Dios de Isac, y Dios de Jacob. 38 Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para El todos viven. 39 Tomaron entonces la palabra algunos escribas, y dijeron: Maestro, muy bien has dicho. 40 Porque ya no se atrevían a proponerle ninguna cuestión.” Lucas 20, 27- 40.

Un nombre nuevo

Un nuevo ser

«17 Quien tiene oído escuche lo que el Espíritu dice a las Iglesias: Al vencedor le daré del maná oculto; y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo que nadie sabe sino aquel que la recibe” [12846]. – Apoalipsis 2, 17.

[12846] 17. Maná oculto: cf. Sal. 77, 24 imagen que significa nueva vida espiritual. Piedrecita blanca, señal de elección. En piedras blancas (“albo lapillo”) se escribían para memoria los nombres de los que habían de ser coronados en el certamen. Nombre nuevo: cf. 3, 12; 22, 4; Is. 62, 2; 65, 15. El nombre nuevo en la Biblia es como un nuevo ser: “El nombre escrito, probablemente el del Verbo (19, 13), será gustado por cada uno de los fieles vencedores; su experiencia de Cristo será íntima y personal” (Gelin).

5 El que venciere, ése se vestirá de vestiduras blancas, jamás borraré su nombre (5) del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.” – Apocalipsis 3, 5.

(5) Esta imagen derivada de Éxodo 32,33 y Salmo 68,29, representa el libro en que están escritos los justos, los que tienen vida delante de Dios, y están destinados a vida eterna.

Nota personal: el Libro de la Vida es Jesús y estar escrito en él es tener vida en Él. Es decir,  habernos decantado por Él y no por el Espíritu del Mundo (término este último de las Sagradas Escrituras para designar al espíritu del diablo, el que inspira al mundo, y sus ‘estados alterados de gnosis’). Y ‘nombre’ en las Sagradas Escrituras es igual a persona.

12 Del vencedor haré una columna en el templo de mi Dios, del cual no saldrá más; y sobre él escribiré el nombre de Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la que desciende del cielo viniendo de mi Dios, y el nombre mío nuevo [12861].” – Apocalipsis 3, 12.

3 Ya no habrá maldición ninguna. El trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos lo adorarán, 4 y verán su rostro: y el Nombre de Él estará en sus frentes (Nota: en sus almas) [13074]. 5Y no habrá más noche; ni necesitan luz de lámpara, ni luz de sol, porque el Señor Dios lucirá sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos [13075].” – Apocalipsis 22, 3-5.

Nota personal: «y verán su rostro» (Apocalipsis 22, 4) hace referencia a la Visión Beatífica o Coronación de la Gloria, que viene a ser un ‘estado alterado pleno de conciencia’ en Dios y es donde, ahí, se nos imprime y recibimos nuestra nueva condición de Ángel de Dios, análoga y la misma que los Ángeles del Cielo. Esta es nuestra naturaleza desde el principio de nuestra existencia, desde el útero materno.

Isaías 62

Ángel Custodio (1)«2 Entonces verán los gentiles tu justicia,
y todos los reyes tu gloria;
y se te dará un nombre nuevo,
que Yahvé determinará con su boca. (Nota: con su Espíritu).
3 Tú serás una corona de gloria
en la mano de Yahvé,
y una diadema real en la mano de tu Dios.
4 [7848] Ya no serás llamada “Desamparada”,
ni será denominado tu país “Desierto”;
serás llamada “Mi delicia está sobre ti”,
y tu tierra, “Esposa”;
porque en ti se deleita Yahvé
y tu tierra tendrá esposo.» Isaías 62, 2-4.

La estrella de la mañana es título de Ángel

26 Y al que venciere y guardare hasta el fin mis obras, le daré poder sobre las naciones [12850], 27—y las regirá con vara de hierro, y serán desmenuzados como vasos de alfarero— 28 como Yo lo recibí de mi Padre; y le daré la estrella matutina [12851]. 29Quien tiene oído, escuche, lo que el Espíritu dice a las Iglesias [12852]”. – Apocalipsis 2, 26-28.

[12851] 28. Como yo lo recibí, etc. En lo que Jesús prometió personalmente a los suyos en Lucas 22, 29 s. La estrella matutina (la Vulgata dice Lucifer (Nota personal: ‘Lucero de la mañana‘ es uno de los nombres con los que se designa a los Ángeles a modo de estrellas en el firmamenteo, llenas de luz que es Dios en ellos. El diablo antes de caer era un Ángel más, y su caída consistió en perder esa luz y convertirse en Satanás, su actual y verdadero nombre y título de identidad, porque el título de Lucifer lo perdió para siempre tras su caída) — : el lucero; cf. Sal. 109, 3 y nota) es símbolo de Cristo y de su gloria. Véase 22, 16. Así lo anunció Balaam, como la estrella de Jacob (Nm. 24, 15-19). Es decir, pues, que aquí Cristo se nos promete Él mismo (22, 12 y nota), Pero ¿acaso el árbol de la vida (v. 7), el maná oculto (v. 17) no son también figuras de Él? Porque Él será nuestro verdadero premio. Cf. 3, 4 s.

Los Ángeles son sacerdotes de Dios

9 Y cantaban un cántico nuevo [12880], diciendo: “Tú eres digno de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque Tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios (hombres) de toda tribu y lengua y pueblo y nación; 10  y los has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes [12881], y reinarán sobre la tierra””. – Apocalipsis 5, 9-10.

[12881] 10. Reino y sacerdotes. Véase 1, 6; 1 Pe. 2, 9 y notas. Cf. Ex. 19, 6; Is. 61, 6; Rm. 8, 23.

5A Aquel que nos ama, y que nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre [12820], 6  e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo; a Él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos [12821]. Amén.” – Apocalipsis 1, 5-6.

9 Pero vosotros sois un “linaje escogido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo conquistado [12629], para que anunciéis las grandezas de Aquel que de las tinieblas os ha llamado a su admirable luz”;” – 1 Pedro 2, 9.

Tobías y el ángel, Eduardo Rosales Gallinas (1858-1863) (2)

Éxodo 19

“Así dirás a la casa de Jacob
y anunciarás a los hijos de Israel:
4 Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios,
y cómo os he llevado sobre alas de águila
y os he traído a Mí.
5 [564]  Ahora, pues, si de veras escuchareis mi voz
y guardareis mi pacto,
seréis entre todos los pueblos mi propiedad particular,
pues mía es toda la tierra.
6 y seréis para Mí un reino de sacerdotes
y una nación santa.
Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.”

Isaías 61

6 [7843] Mas vosotros seréis llamados
sacerdotes de Yahvé, y se os dará
el nombre de ministros de nuestro Dios;
comeréis las riquezas de los gentiles,
y os adornaréis con la gloria de ellos.”

Nota personal: «las riquezas» son los ‘estados alterados de gnosis’ pero serán en Dios, en Él. Y es justo esto lo que el diablo persigue imitar en su guerra de odio, ‘ser igual al Altísimo’ (Isaías 14, 12-23), para interponerse entre Dios y su obra: nosotros.

[7843] 6. Véase Éxodo 19, 6: “Vosotros seréis para Mí un reino sacerdotal y una nación santa.” Se refiere al cumplimiento de esa misión sacerdotal y apostólica de Israel en medio de los paganos convertidos (cf. Salmos 95, 3 y nota). San Pedro nos enseña que todos los creyentes en Cristo somos también una raza sacerdotal (cf. I Pedro 2, 9 s.; Oseas 2, 24; Romanos 9, 25 y el anuncio de Apocalipsis 5, 10). Todo sacerdocio humano no es sino una participación en el sacerdocio de Cristo, único a quien le fue dicho por su Padre: “Tú eres sacerdote sempiterno según el orden de Melquisedec” (Salmos 109, 4). Cf. Eclesiástico 24, 14 y nota.

Romanos 8

«22 Sabemos, en efecto, que ahora la creación entera gime a una, y a una está en dolores de parto. 23 Y no tan solo ella, sino que asimismo nosotros, los que tenemos las primicias del Espíritu, también gemimos en nuestro interior, aguardando la filiación, la redención de nuestro cuerpo [11613].” – Romanos 8, 22-23.

[11613] 23. La filiación: cf. Ef. 1, 5 y nota. La redención de nuestro cuerpo: su resurrección y transformación (1 Co. 15, 51) a semejanza de Cristo (Fil. 3, 20 s.). Véase Lc. 21, 28; Ef. 1, 10 y nota. “Como nuestro espíritu fue librado del pecado, así nuestro cuerpo ha de ser librado de la corrupción y de la muerte” (S. Tomás). Lo que se operará en nosotros ese día será como lo que se operó en Jesús cuando el Padre glorificó su Humanidad santísima (Sal. 2, 7 y nota) y lo sentó a su diestra (Sal. 109, 1; cf. Ef. 2, 6). Por eso también seremos reyes y sacerdotes (Ap. 5, 10) como Él (Sal. 109, 3 y 4).

«Yo digo: Dioses sois, sois hijos del altísimo».

«34 Jesús les replicó: ¿No está escrito en vuestra Ley: Yo digo: Dioses sois? 35 Si llama dioses a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios, y la Escritura no puede fallar…,» – Juan 10. 34.

«6 Yo dije: «Sois dioses, sois hijos del Altísimo.» – Salmo 82, 6.

Crucifixion 3

Esta entrada también está publicada en el blog hermano de éste, uncatolicoperplejo.com.

Y también lo dejo montado en descarga PDF para fotocopiar o tenerlo simplemente.

Un saludo. Cuídense mucho.

Enlaces relacionados

Sobre Órdenes o Coros Angélicos en la Sagradas Escrituras

Ángeles: Jerarquía y Órdenes (SUMA de Teología de Sto. Tomás de Aquino)

El modo de conocer de los Ángeles, por Sto. Tomás de Aquino.

Enlaces a Biblias para consulta y a la SUMA de Teología de Sto. Tomás.

Sagrada Biblia Platense de Monseñor Straubinger (PDF).

Sagrada Biblia Nacar Colunga (1944) (1ª Edición) (PDF)

¿Cuál es la mejor Biblia católica? ¿Qué Biblia leer?

SUMA de Teología de Santo Tomás de Aquino (PDF)